
Un tramo de las caracterÃsticas escaleras del Mercado de Fuencarral | RAQUEL ANGULO
Un sábado de finales de julio ha puesto fin a 17 años de apertura el Mercado de Fuencarral, ese centro comercial para los que odian los centros comerciales -asà lo definÃa su propia publicidad- que no ha logrado sobrevivir a la peatonalización de una calle que la ha convertido en algo muy distinto de lo que en otro tiempo fue. Se vendió hace meses y ahora echa la verja sin tener todavÃa claro su futuro.
Con el Mercado de Fuencarral se marcha también una época en la que la independencia y los diseños alternativos tocaron techo al hacerse fuertes en una gran superficie. Hoy se pueden encontrar esas mismas tiendas, callejeando por la Corredera de San Pablo, Valverde, Palma, Colón o Barco. Pero ya nunca tendrán un escaparate tan lucido como el del número 45 de la calle Fuencarral.
En la despedida, algunos medios han hablado con los comerciantes que aún quedaban. Otros recuerdan los espacios que hicieron a esta instalación de tres plantas algo diferente en Madrid. El periódico Somos Malasaña ha querido dejar una colección de estampas para el recuerdo, de sus escaleras, de la esquina en la que se colocaban todas las revistas de tendencias, de comercios que estuvieron ahà desde el principio. Una galerÃa de imágenes (elaborada por Raquel Angulo) que sirva para reavivar la nostalgia de los que por allà pasaron: